
Resulta curioso que el episodio que ha puesto en entredicho estos días la reputación de Price WaterhouseCoopers (PwC) no haya sido un escándalo financiero como el que acabó, por ejemplo, con Arthur Andersen, sino un acontecimiento lúdico y aparentemente inofensivo como es la ceremonia de los Oscar. Síntoma claro de cuán frágiles somos y de cómo en fracción de segundos un descuido nimio puede poner a nuestra organización al borde del abismo.
La metedura de pata que llevó a Faye Dunaway –Warren Beatty se quitó el muerto hábilmente- a proclamar La, la, land como mejor película del año pasará, sin duda, a la historia de los Oscar. La pifia, además, permanecerá vinculada en la memoria colectiva a PwC. Una auténtica lástima, ya que la consultora llevaba 83 años auditando los votos de la Academia de Hollywood sin tacha alguna.
¿Afectará el Oscargate a la reputación de PwC y a su negocio? Puede que de manera inmediata sí, pero no es previsible que lo haga a largo plazo. La semana pasada, en este mismo blog, decía Bill Walker que resulta más dañino para una corporación el modo en que responde a una crisis que la propia crisis en sí. Y lo cierto es que PwC ha hecho una buena gestión de este issue.
La compañía ha reaccionado con rapidez y ha explicado claramente por qué se produjo el error: Brian Cullinan, el consultor responsable del desaguisado, se equivocó al entregar el sobre a Beatty y Dunaway. Probablemente porque estaba más preocupado de tuitear y subir fotos de la gala a las redes sociales que de su propio trabajo. Aunque intentó eliminar todo rastro tras el incidente, el diario Los Ángeles Times logró recuperar los tuits. La Academia de Hollywood ha afirmado que no volverá a contar con Cullinan para la gala pero no ha dejado entrever en ningún momento que vaya a prescindir de PwC.
Además, la auditora no ha tardado en expresar públicamente sus disculpas a todos los afectados: a la propia Academia, a los actores que entregaban el premio y se vieron envueltos en una situación tan ridícula y, por supuesto, al equipo de La, la, land, que tuvo que devolver el premio cuando ya había iniciado los discursos de agradecimiento.
¿Qué nos enseña un issue como el Oscargate?:
- Si te ves envuelto en un episodio que ponga tu reputación en peligro, reacciona con transparencia y rapidez: explica qué ha ocurrido, asume tu responsabilidad y detalla qué medidas adoptarás para que no vuelva a repetirse.
- Pide perdón a los afectados. Cometer errores es humano, todos fallamos en algún momento de nuestras vidas y carreras. Por eso sabemos perdonar si hay muestras de un arrepentimiento sincero.
Deja una respuesta