
Baltasar Magro, periodista y formador de portavoces
Protagonista de una de las carreras televisivas más brillantes en España, distinguida con premios como el Ondas o la Ninfa de Montecarlo, Baltasar Magro sigue al pie del cañón, aunque en los últimos años se ha concentrado en el ámbito de la comunicación empresarial. Vinculado durante casi toda su vida profesional a TVE, condujo el Telediario 1 y fue subdirector de Tele 5. Tras dejar a un lado las cámaras de Informe Semanal, el legendario programa de televisión que presentó dirigió y durante casi 10 años, ha puesto toda su experiencia al servicio de directivos de compañías que desean mejorar sus habilidades en comunicación. Una destreza especialmente requerida en situaciones de crisis. Más de 1.000 directivos españoles han desfilado en los últimos años por sus sesiones y han tomado buena nota de sus consejos para comunicar de forma persuasiva, potenciar la asertividad o algo tan complejo como transmitir noticias difíciles.
Asistir a uno de los cursos que imparte Baltasar con ATREVIA es una experiencia sumamente enriquecedora y no conozco a un solo participante que haya salido decepcionado de uno de ellos. Muy al contrario, para el directivo existe un antes y un después de esas sesiones, muy útiles no solo para aprender a desenvolverse ante un auditorio, sino para clarificar mensajes y construir su propio storytelling personal.
La televisión es, sin duda, el medio que más miedo escénico provoca a todo el que tiene que ponerse delante de una cámara. ¿Qué consejos daría al portavoz de una empresa que deba afrontar por primera vez esta prueba de fuego?
En primer lugar, que se prepare todo lo que pueda antes de su intervención, que sea consciente del valor de cada palabra y de que cuanto más hable, menos seguro estará de que su mensaje se emitirá en su totalidad. Sea en directo o grabada la intervención, debe preocuparse de ser conciso y de que su mensaje se entienda nada más ser pronunciado. No hay segunda oportunidad. Por lo demás, en los aspectos formales, que sea natural, que se preocupe sobre todo del contenido, de lo que dice.
¿Cuáles son los errores más frecuentes que cometemos a la hora de afrontar una entrevista en televisión?
Hablar en exceso, sin concisión, sin aplomo y la pérdida de naturalidad expresiva.
Suele decirse que a los españoles nos faltan dotes para la oratoria. ¿Qué tendríamos que hacer para mejorar en este terreno?
La buena oratoria exige rodaje y preparación, se precisa tiempo para conseguir un nivel de excelencia, una dedicación que sí llevan a cabo en el mundo anglosajón. En general, en el ámbito latino, somos excesivamente esclavos del guión y nos falta naturalidad ensayada.
¿Y cómo se consigue algo tan difícil como la naturalidad ensayada?
Es lo más complicado en la comunicación, pero es imprescindible si queremos situarnos en un registro de excelencia. Lo llamo naturalidad ensayada porque con esa expresión me refiero al nivel de seguridad que logran los buenos actores ante el público. Son completamente naturales para nuestra percepción y sabemos que alcanzan esa capacidad después de dedicarle muchas horas de ensayo, esfuerzo y concentración. Pues bien, eso es la naturalidad ensayada. El directivo, si quiere conseguirlo, debe trabajar su discurso a fondo y dominarlo tanto que, en el momento de su puesta en escena, nos dé la impresión de que le surge casi de manera espontánea.
¿Cree que cualquier persona puede convertirse en un buen orador?
Por supuesto, es una cualidad que se consigue con rigurosa preparación, siempre que asumamos sin complejos lo que somos y cómo somos. He visto evoluciones sorprendentes aplicando la adecuada técnica para el desarrollo en la oratoria.
¿Qué empresarios le han sorprendido por sus habilidades para hablar en público?
No hay muchos, pero los hay. Me está vetado, por supuesto, mencionar a mis alumnos.
¿Y cuál cree que ha sido el político con mejores cualidades para la oratoria?
Felipe González, Gustavo de Arístegui, Josep Piqué…
Seguro que a lo largo de estos años sus cursos han sido una buena fuente de anécdotas… ¿Nos cuenta una que no comprometa a nadie?
El máximo responsable de una fábrica de vehículos se dio cuenta de que sus trabajadores recibían básicamente información de los sindicatos. Tomó la decisión de convocar a la numerosa plantilla, cada cierto tiempo, para exponer su postura delante de todos ellos pues, en caso contrario, peligraba seriamente la permanencia de la factoría. Fue todo un éxito después de preparar convenientemente su oratoria, las presentaciones y dedicarle el esfuerzo necesario para transmitir adecuadamente los mensajes. Los trabajadores entendieron su postura y desde la central de la multinacional dieron el visto bueno para el futuro de la fábrica en España.
Si fuera director de Comunicación de una gran empresa, ¿daría una entrevista a Jordi Évole?
Solamente si la preparación de la entrevista supera, y no es fácil, a la preparación meticulosa que realiza el equipo de Évole para cada uno de sus encuentros.
En momentos de crisis, ¿cree que el CEO debe exponerse públicamente a los medios o permanecer temporalmente en la retaguardia para no quemarse?
El autismo en comunicación y las posturas defensivas suelen dar malos resultados.
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